viernes, 12 de agosto de 2011

Columna El Nuevo Siglo Agosto 12 de 2011


Arrojo y sensatez

“Demuestra que hay quienes no ven en la juventud una amenaza”  
EN  una declaración de indudable valentía, el candidato por el Partido Liberal a la Alcaldía de Bogotá, David Luna, dijo el domingo a El Espectador que la bandera de su campaña “definitivamente será que los niños tengan una mejor educación”. Audaz que un candidato de una ciudad capital haga un compromiso abierto de ese calibre con la infancia, porque en Colombia los hombres públicos tienden a dejar en manos de mujeres los temas referentes a niños, ya sea porque los consideran banales o simplemente porque creen que eso no arrastra votos.
De igual manera esa declaración refleja la importancia que tendría para Luna el suministrar a la infancia en Bogotá educación de calidad, factor fundamental para el desarrollo de la ciudad. A mi manera de ver también demuestra confianza en la solidez de los otros aspectos que hacen parte de su programa de gobierno y que también deben ser preponderantes en su posible futura Alcaldía.
Resulta triste que no haya muchos más candidatos a cargos públicos involucrados y empeñados en sacar adelante temas tan imprescindibles como la protección, el bienestar y la educación de los millones de niños en Colombia que tanto lo necesitan. Por eso aplaudo el compromiso adquirido por Luna, un acto de coherencia con sus convicciones.
No en vano y gracias a lo que representa, el martes pasado un nutrido grupo de reconocidos conservadores jóvenes y otros ya mayores, anunciaron su apoyo al candidato liberal. Uno de ellos, el ex comisionado de Paz, Camilo Gómez, lo hizo en conmovedora carta que parece como de otras épocas, aquellas en las cuales los principios y valores eran prioritarios. Evidentemente gran parte de la decisión del grupo obedece a un abierto rechazo por la actual postración y decadencia del Partido Conservador, donde a muchos conservadores nos es imposible sentirnos a gusto. No obstante, según afirma Gómez, el acercamiento a Luna fue motivado por su “honestidad, dedicación y recta formación”.
Este apoyo demuestra que hay quienes no ven en la juventud una amenaza, ni un riesgo, sino una oportunidad de trascender, de cambiar y de implementar un estilo de gobierno moderno, ejecutivo y con visión de futuro.
En lo que se refiere al señor José Darío Salazar, presidente de la agonizante colectividad azul, el mensaje de Gómez es claro: “Mi partido no tiene liderazgo ni capacidad de producir ideas ni propuestas para el país y menos para Bogotá”. Pareciera ser el despertar de la godarria inconforme y ¡vaya que ya era hora! Valiente y sensata decisión el acompañar a Luna.
@CarlinaToledoP

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