Algo de acción!
AL publicar el informe del fin de semana pasado sobre el detenido ex senador Juan Carlos Martínez, tengo la plena certeza de que el Director de la revista Semana bien conocía del favor que con él le podría hacer al proceso electoral de octubre en el Valle del Cauca.
Todos quienes conocemos algo del devenir político de la región, sabemos que las elecciones están -a hoy- perfectamente amarradas a los deseos, inclinaciones y billetera del reo. En el caso de la Alcaldía, sólo es cuestión de tiempo antes de que se inicie una feroz campaña de desprestigio a Rodrigo Guerrero, quien lidera las encuestas, buscando así favorecer a la pesista olímpica María Isabel Urrutia. Con respecto a la Gobernación, en los municipios ya dan por hecho de que el elegido será la ficha de Martínez, Héctor Fabio Useche.
La mayoría de la información que lleva el Informe no es nueva, es más vale una muy valiosa recapitulación del pasado, el presente y lo que Martínez desea sea su futuro. Lo que debe ser un campanazo de alerta para el país es que desde la cárcel el tejemaneje del ex senador incluya otra serie de departamentos en Colombia, en los cuales el sagaz político seguramente ha detectado como oportunidad no sólo la fragilidad institucional, empresarial y gremial, sino la laxitud en los principios y la ética a la hora de hacer política, tal y como ocurrió en el Valle del Cauca.
No en vano Martínez ha puesto sus ojos en Meta, Sucre, Córdoba y Cesar, algunos de ellos cunas del paramilitarismo y la parapolítica, que gestaron leyendas todavía vigentes como Enilce López, “La Gata”, quien es muy respetada en su área de influencia.
Sí es francamente vergonzoso que frente a la magnitud de la evidencia del Informe de Semana y al hecho de que Martínez va a salir de la cárcel el día de elecciones, la reacción del Ministro de Justicia sea afirmar que “No podemos hacer cosa distinta que acatar las órdenes de los jueces que han concedido el permiso, porque esa es nuestra obligación”.
Ramiro Bejarano bien lo dijo en su columna del miércoles en El País: “Lo que está en juego más que las próximas elecciones del 30 de octubre, fecha para la cual Martínez podrá salir a hacer politiquería y hasta sufragar, es el futuro mismo del sistema democrático”.
La función del periodismo es informar, la de los organismos judiciales actuar. No estamos en una posición en la cual hacerse los de la vista gorda sea una opción.
AL publicar el informe del fin de semana pasado sobre el detenido ex senador Juan Carlos Martínez, tengo la plena certeza de que el Director de la revista Semana bien conocía del favor que con él le podría hacer al proceso electoral de octubre en el Valle del Cauca.
Todos quienes conocemos algo del devenir político de la región, sabemos que las elecciones están -a hoy- perfectamente amarradas a los deseos, inclinaciones y billetera del reo. En el caso de la Alcaldía, sólo es cuestión de tiempo antes de que se inicie una feroz campaña de desprestigio a Rodrigo Guerrero, quien lidera las encuestas, buscando así favorecer a la pesista olímpica María Isabel Urrutia. Con respecto a la Gobernación, en los municipios ya dan por hecho de que el elegido será la ficha de Martínez, Héctor Fabio Useche.
La mayoría de la información que lleva el Informe no es nueva, es más vale una muy valiosa recapitulación del pasado, el presente y lo que Martínez desea sea su futuro. Lo que debe ser un campanazo de alerta para el país es que desde la cárcel el tejemaneje del ex senador incluya otra serie de departamentos en Colombia, en los cuales el sagaz político seguramente ha detectado como oportunidad no sólo la fragilidad institucional, empresarial y gremial, sino la laxitud en los principios y la ética a la hora de hacer política, tal y como ocurrió en el Valle del Cauca.
No en vano Martínez ha puesto sus ojos en Meta, Sucre, Córdoba y Cesar, algunos de ellos cunas del paramilitarismo y la parapolítica, que gestaron leyendas todavía vigentes como Enilce López, “La Gata”, quien es muy respetada en su área de influencia.
Sí es francamente vergonzoso que frente a la magnitud de la evidencia del Informe de Semana y al hecho de que Martínez va a salir de la cárcel el día de elecciones, la reacción del Ministro de Justicia sea afirmar que “No podemos hacer cosa distinta que acatar las órdenes de los jueces que han concedido el permiso, porque esa es nuestra obligación”.
Ramiro Bejarano bien lo dijo en su columna del miércoles en El País: “Lo que está en juego más que las próximas elecciones del 30 de octubre, fecha para la cual Martínez podrá salir a hacer politiquería y hasta sufragar, es el futuro mismo del sistema democrático”.
La función del periodismo es informar, la de los organismos judiciales actuar. No estamos en una posición en la cual hacerse los de la vista gorda sea una opción.
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